¿Quién salió con Metrobius?

  • Sulla salió con Metrobius del ? al ?.

Metrobius

Metrobio (en griego antiguo: Μητρόβιος; vivió en el siglo I a. C.) fue un actor y, al parecer, también un cantante talentoso.​ En la República Romana, se decía que era el amante de Lucio Cornelio Sila Félix, el famoso general y dictador. Plutarco menciona dos veces a Metrobio en sus Vidas paralelas, desaprobando claramente su relación con Sila. Los extractos donde se le menciona son los siguientes:

"Fue esta laxitud, según parece, lo que produjo en él [Sila] una propensión enfermiza a la indulgencia amorosa y una voluptuosidad desenfrenada, de la que no se abstuvo ni siquiera en su vejez, sino que continuó su amor juvenil por Metrobio, un actor."

"Sin embargo, aunque él [Sila] tenía una esposa así en casa, él se juntaba con actores, arpistas y gente de teatro, bebiendo con ellos en los sofás todo el día. Porque estos eran los hombres que ahora ejercían mayor influencia sobre él: Roscio el comediante, Sorex el arquimimo y Metrobio el imitador de mujeres, por quienes, aunque ya pasó su mejor momento, continuó amando apasionadamente hasta el último momento, y no lo negó".

Aunque no está clara la duración de la relación sexual entre Metrobio y Sila, este último tuvo otras parejas durante su carrera, pero siguió siendo amigo cercano de Metrobio hasta su retiro.​

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Sulla

Sulla

Lucio Cornelio Sila Félix (en latín, Lucius Cornelius Sulla Felix;​ Roma, 138 a. C.-Puteoli, 78 a. C.) fue uno de los más notables políticos y militares romanos de la era tardorrepublicana, perteneciente al bando de los optimates. Cónsul en los años 88 a. C. y 80 a. C. y dictador entre los años 81 a. C. y 80 a. C.​

Tras distinguirse en la guerra de Jugurta, la guerra cimbria y la guerra Social, los intentos de Cayo Mario por arrebatarle el control del ejército que debía combatir a Mitrídates VI de Ponto le llevaron a marchar sobre Roma y restaurar el statu quo anterior por la fuerza de las armas, siendo la primera vez que un ejército romano expugnaba la propia Urbe. Dejó Roma en manos de un cónsul popular, Lucio Cornelio Cina, y otro optimate, Cneo Octavio, marchando a combatir a Oriente, pero al poco retornó Mario, que aliado con Cina dio un golpe de Estado. Mario murió al poco tiempo, instaurando Cina un gobierno autocrático de tres años (Cinnanum tempus, 87-84) y persiguiendo a los seguidores de Sila.​

Éste derrotó en Oriente al rey Mitrídates, obligándole a firmar la Paz de Dárdanos en 86 a. C. Su vuelta a Italia precipitó la primera guerra civil (83-82 a. C.), en la que derrotó a los líderes populares Cneo Papirio Carbón y Cayo Mario el Joven, que habían tomado las riendas del Estado, mientras que un tercero, Quinto Sertorio, resistiría durante años a los silanos en Hispania.

Su victoria fue seguida por su dictadura indefinida, en la que además de perseguir sistemáticamente a sus enemigos y a todo aquel que no estuviera completamente de acuerdo con su régimen, realizó una ambiciosa obra legislativa para tratar de restaurar el funcionamiento de las instituciones republicanas. Finalmente, cumplidos sus objetivos, volvió a la condición de simple particular.

La posteridad ha estado muy dividida en su juicio sobre Sila, considerado por algunos un monstruo sanguinario y elogiado por otros a causa de sus dotes políticas.​ La decisión de Sila de hacerse con el poder, posible irónicamente por las reformas militares de su rival que ligaban la lealtad del ejército a su general más que a Roma, desestabilizó permanentemente las estructuras de poder romanas. Líderes posteriores como Julio César seguirían su precedente para alcanzar el poder político a través de la fuerza.​

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